Vivificar la democracia
T eódulo López Meléndez La obra humana se desgasta como los cuerpos lo hacen al paso del tiempo. La vida de un hombre puede resultar en extensión insignificante frente a la duración de los procesos históricos, aunque hay procesos que no llegan a la vida de un hombre. Las civilizaciones y su manifestación imperial están entre los primeros, los sistemas políticos oscilan entre uno y otro, especialmente entre los últimos los gobiernos concretos. Imperios y gobiernos terminan con rápida agonía. Pueden parecer sólidos- y en algunos casos lo son- pero el fin llega con una rapidez que los sorprende. Las concepciones que dieron origen a las bases del sistema democrático han permanecido inalteradas más allá de lo conveniente y hacen agua. La organización política que conocemos se deshace empujada hacia el closet por un cansancio obvio y manifiesto que los gobernantes no comprenden y por las exigencias propias de un cuerpo que necesita estructurarse con nuevos ingredientes. Es lo que se llam...