Letanía

Teódulo López Meléndez “Mi interino será eterno”, resuena por los pasillos del Parlamento europeo y no, no es que estemos invocando a Apuleyo y a El asno de oro en términos de transformaciones. No es que haya más apelaciones en Cabo Verde que ambiciones en materia de candidaturas en Venezuela. Es que la lógica se disloca y caminamos hacia la fecha y todo exige se diga con frases breves, no más de dos líneas en resumen de las desventuras. Es que los caballos texanos van a ser reemplazados por camellos. Es que “la chica de Helmut Kohl” se marcha a hacer mercado. Es que los volcanes deciden eructar. Es que las universidades ahora se descubren perseguidas cuando negaron al país la lucidez sobre la sombras. Si el 21N se hace fecha de desastre será responsabilidad de los ciudadanos que no terminaron de serlo. Si la última bofetada no les causa efectos y la política no implosiona, pues tendremos ad infinitum a Agustín Lara cantando “cuando llegues a Madrid...