La falsa conciencia

Teódulo López Meléndez En los tiempos de las innovaciones tecnológicas el hombre posmoderno intuye que ellas se quedarán cortas. La decepción de este hombre lo lleva a la convicción de que restar sensible es utópico pues mantener los sentidos en alerta ante una felicidad que no llegará es necio. Diógenes irrumpe en la Atenas decadente. Siempre el cinismo lo hace en tales circunstancias. Sin embargo, el cínico de la antigüedad era un original solitario y un moralista provocador. En otras palabras, un marginal. Ahora el cinismo crece en el anonimato. El cínico de la posmodernidad es un asocial integrado, alguien que no comparte, pero que hace rutina de las prácticas y cumple los rituales que se le imponen. El hombre cínico de este tiempo cree saber lo que necesita, paradójicamente se cree un iluminado y así se hace apático. El cinismo se mezcla con sexismo y un falso concepto de “objetividad”, constituyendo así el tobogán por donde occidente se desliza. No subsiste una Aufk...