La revolución de las premisas

Teódulo López Meléndez Los estudiantes suelen ser la vanguardia, el catalizador de los procesos políticos que generalmente son llamados revolucionarios, pero ellos jamás han tenido el poder, en ninguna parte del mundo, de concluir en la implementación de un salto hacia adelante. Quizás la vieja expresión “estudiantes no tumban gobierno” sirva para ilustrar que se requiere el subsiguiente acompañamiento de las multitudes –unas en acción no en “mostración”- para que la revuelta trascienda lo esporádico o se convierta en no más que un efímero sacrificio donde la voluntad de los jóvenes paga un alto precio. La situación venezolana conlleva más que todo a pensar en grupos de estudiantes organizados más que la aparición de un gran movimiento estudiantil, porque si él existiese uno de sus pasos claros hubiese sido convertir la universidad y exceder las peticiones tradicionales de libertad para los que fueron cayendo en las garras de los organismos represivos. Ha brotado, n...