Pensar la política

Teódulo López Meléndez Cuando se deja de pensar la política y se instaura la mediocridad de la búsqueda del poder y no más, se entra en la barrena de la inestabilidad y la decrepitud. Cuando la política se burla de la consistencia de la complejidad del pensamiento, y se reduce a las maniobras y a hacer de ella misma un deterioro, las sociedades languidecen en las formalidades y se encuentran incapaces de saltos cualitativos. La política es una revisión permanente y la democracia una interrogación que nunca termina. Lo que se pretende es recordar que las realidades son construibles, que hay que modificar el ángulo de los observadores y, sobre todo, que la política se piensa y se piensa alejándose de la linealidad y de la miseria. Hay una crisis política puntual envuelta en otra de igual o mayor gravedad: la absoluta inconsistencia de los políticos. Cuando se piensa la política las estrecheces comienzan a diluirse. Se inventan los caminos y se inventa en el futuro. Los pres...