El pasado ha perdido su función
Teódulo López Meléndez En el inicio del siglo XXI, antes que proclamar de nuevo la muerte de Dios, Stephen Hawking lo que hizo fue proclamar la muerte de la filosofía. Ahora lo que está deslegitimado y requiere con urgencia de pensamiento son las formas políticas. Hay que revisar sus premisas básicas, desde la manifestación política de la filosofía. Hay que romper los tapaojos y deshacerse de las gríngolas. Los discursos siempre giraron sobre la falta de legitimación. También ahora, con un cuestionamiento drástico a la representación, pero las teorías políticas decimonónicas tuvieron un efecto retardado, pero lo tuvieron, mientras en esta época vislumbramos la escasez de lo teórico y un esfuerzo no sólo por retener el presente sino, incluso, uno destinado a regresar a las viejas formas. El tiempo presente ha determinado la imposibilidad de lo que denominaremos la parábola de la innovación y una interrogación muy profunda y alarmante sobre la posibilidad de cambiar lo humano...