De la literatura

Teódulo López Meléndez A Victoria de Stefano en su cumpleaños 80. En el siglo XXI encontramos una degenerativa propuesta de la definición de persona. Podríamos decir que aquéllas no son más que detentadoras de poder. De allí a nadie puede extrañar que nuestra época sea la de los tecnológicos espectáculos. El mundo tiene que ser lo suficientemente fuerte para autoreproducirse constantemente en las apariencias y así llegar a convertirse en una falta de mundo. El escritor, en cambio, es un constructor y la imaginación creativa se alza como el único antídoto contra una absorción y extinción de la trascendencia. No quiere decir que el escritor trascienda. Aún hoy hablamos de Homero, pero cualquier lector de Peter Sloterdijk puede ir comprobando como los muertos se vuelven cada día menos importantes. Es lo que él llama “una humanidad horizontalmente reticulada”. De allí que preguntarse por un propósito de la literatura carece de sentido en un mundo donde los s...