Educar al conflicto

Teódulo López Meléndez El conflicto político venezolano se desarrolla sobre las minucias de la acción política cotidiana. Sólo una de las partes, la que ejerce el gobierno, pretende una oferta de fondo que lo es más de telón de un esfuerzo por conservar el poder. Un conflicto ejercido a diario sobre lo circunstancial es en sí mismo una lucha por el poder y no más, lo cual plantea una conclusión de alto peligro: la sustitución del actor del poder no acabará el conflicto sino que más bien puede agravarlo. Es así como puede argumentarse que el venezolano es uno sin salida. No hay frente a los venezolanos una interpretación de mundo que le permita dilucidar mediante el ejercicio de la reflexión un presente complejo e impredecible. En buena medida podemos afirmar que este conflicto diario sustentado sobre la superficialidad nos convierte en una sociedad de la ignorancia por oposición a lo que deberíamos ser o pretender ser: una sociedad del conocimiento. El enmarcaje...