Teódulo López Meléndez
Frederic Munné, (De la globalización del mundo a la globalización de la mente) analiza el tema manejando puntos como las relaciones no lineales, dinámica caótica, organización autógena, desarrollo fractal y delimitación borrosa. Brevemente: la globalización no es una sucesión lineal de causas y efectos, de manera que hay que leerlo como un hipertexto, insiste Munné, señalando que “un contexto lineal o no lineal muestra realidades distintas: en aquél, la incertidumbre es desconocimiento que emana de la información faltante, mientras que en este pasa a ser fuente de conocimiento en tanto que emana de la información emergente”.
No olvidamos serios problemas, como la concentración de un monopolio tecnológico, los derechos de propiedad intelectual, las patentes o hasta las acciones intencionales y planificadas dirigidas a absorber o a implantar. Hay que ejercer la defensa y ello pasa por la selección de lo que se quiere absorber lo que permita reestructurar en beneficio de un desarrollo humano sostenido.
Tomemos, a manera de ejemplo, una institución, la “Organización mundial de propiedad intelectual” y vayamos hacia la llamada “Declaración de Ginebra”. Allí se advierte con claridad meridiana sobre el no acceso a medicamentos esenciales, sobre una desigualdad moralmente inaceptable en el acceso a la educación, al conocimiento y a la tecnología; sobre prácticas anticompetitivas en la economía del conocimiento; la concentración de la propiedad de los recursos biológicos y culturales; sobre como los intereses privados malversan los bienes sociales y públicos. Resaltan, en la otra cara de la moneda, campañas exitosas para el acceso a medicamentos para combatir el SIDA, bases de datos sobre el genoma humano, proyectos de software libre y de código abierto. Y proponen sistemas alternativos de redistribución para permitir el acceso a los trabajos culturales, reglas de responsabilidad compensatoria, formas de evitar el uso monopólico en la ciencia y en la tecnología y asoma una agenda para el desarrollo y la defensa.
La batalla conceptual y práctica a favor de la justicia, el equilibrio y de la defensa cultural, como la adopción de mecanismos para conseguir los objetivos, debe darse cada día.
Comentarios
Publicar un comentario