Teódulo
López Meléndez
La sociología del conocimiento
nació porque se daba por sentada la relación esencial entre pensamiento y
sociedad. Temas políticos y filosóficos entremezclados están ya en Lao Tse o en
el profeta Isaías. La cultura griega es prolija para estos ejemplos. Al fin y
al cabo hablar sobre la Polis era un método de decir y escuchar lenguajes.
El discurso filosófico sobre la
política tiene un ejemplo en La
República de Platón. Si la oratoria “propiamente” política es sometida a una mirada
incisiva vemos de inmediato su aspecto filosófico. Quizás podamos recurrir a
una expresión un tanto extraña, como asegurar que la filosofía se encuentra en
una discusión política de plaza. Grecia tenía dentro de sí el impulso crítico
que le permitía revisar las concepciones sociales. O el uso de la tragedia como
expresión de las aporías de la ciudad. O los historiadores en la búsqueda de
una explicación para el obrar humano. O más acá la lectura de Shakespeare.
Quién podría ahorrarle a Maquiavelo el título de filósofo de la política,
aunque algunos prefieran llamarlo el fundador de las Ciencias Políticas.
Norberto Bobbio en Teoría General de la Política es prolijo es explicar y definir
ciencia política y filosofía política. A la primera asocia metodología de las
ciencias empíricas y a la segunda la construcción de un modelo de Estado
fundado en un postulado ético, la búsqueda del fundamento último del poder, la
determinación del concepto de política y el discurso crítico sobre premisas de
verdad que buscan la teoría de la óptima república. En cualquier caso incluye a
El Príncipe como obra referente en
la historia de las ideas políticas junto a Utopia
de Tomás Moro y Leviatan de
Hobbes.
Pero
lo que nos interesa no es una calificación de Maquiavelo sino interrogarnos
sobre el porqué el abandono actual de las ideas en el campo de la política y
Bobbio nos es útil cuando señala las tres preguntas filosóficas básicas: ¿Qué
me cabe esperar?, ¿Cómo debo de actuar?, ¿Qué puedo saber? Quizás estas sean
exactamente las tres preguntas que el hombre contemporáneo no se está haciendo
sobre la política y por ello no genera ideas y se hunde en el estancamiento
político mientras genera innovaciones en el campo de la ciencia.
Oportuno
recordar a Edgar Morin en su excelente texto sobre “los
siete saberes necesarios”; el conocimiento debe ser pertinente, esto es, debe
servir para conocer los problemas claves del mundo; enseñar la condición
humana, es decir, enseñar lo que es común al ser humano y la necesidad de las
diferencias; enseñar la identidad terrenal, porque la falta de conciencia
planetaria nos está llevando a la destrucción; enseñar a enfrentar las
incertidumbres, mediante la conciencia del riesgo y la estrategia; enseñar la
comprensión, como garantía de la solidaridad intelectual y moral de la
humanidad; resaltar la ética del género humano vista como una antropo-ética.
@tlopezmelendez
¡Excelente y profunda exposición sobre el deber ser de la política Dr. Teódulo! ¡Saludos!
ResponderEliminarExcelente análisis sobre el desarrollo de la política en estos tiempos , carente de todos los elementos que la hacen una actividad en función de los seres humanos. Y muy completo la explicacion sobre el conocimiento
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