Mambrú se fue a la guerra



Teódulo López Meléndez

Creo que el origen de esta canción infantil es harto conocido, pero no está de más recordar que “Mambrú” es un diminutivo o una mala pronunciación o simplemente una burla de Marlborough, el comandante de las tropas británicas vencedor en la batalla de Malplaquet (1709), pero que los franceses derrotados celebraban porque creían muerto a su enemigo.

“Mambrú se fue a la guerra, qué dolor, qué dolor, qué pena; Mambrú se fue a la guerra, no sé cuándo vendrá; do, re, mi, do, re, fa, no sé cuándo vendrá. Si vendrá por la Pascua, qué dolor, qué dolor, qué guasa; si vendrá por la Pascua, o por la Trinidad; do, re, mi, do, re, fa, o por la Trinidad”.

A lo largo de más de dos siglos la cancioncilla ha sido utilizada como chacota. Ahora mismo recuerdo se la están aplicando a la señora vicepresidenta de Ecuador cuyo nuevo flamante presidente no vaciló un segundo en salir de ella enviándola a Israel.

A lo largo del tiempo también se la han cantado a quien anuncia que va a la guerra, pero no va, usando el anuncio para razones de política interna. No sería la primera vez que se utiliza para evitar una elección, -en esos casos se alega conmoción interna- tal como lo ha hecho el ucraniano Zelenski para asegurar que en su país no puede celebrarse la elección presidencial en marzo tal como lo prevé su Constitución.

Por allá por octubre de 2017, la Corte Interamericana de Derechos Humanos recibió una solicitud de opinión consultiva con el fin de “permitir profundizar sobre la relación inextricable entre democracia y derechos humanos, específicamente en supuestos en los cuales hay un cambio del Ejecutivo en circunstancias que ponen en duda la legitimidad del mismo”. La doctrina ha agregado que en un Estado democrático se puede plantear la limitación de derechos, pero nunca su suspensión. Pero dejemos de lado lo jurídico cuando se vive en los hechos, en especial cuando Almagro está desmelenado y este texto va sobre una simpática canción. Además hasta Beethoven la usó en La Victoria de Wellington, sobre la derrota napoleónica de Vitoria en 1813 para simbolizar a Francia.

Cantemos todos: “Mambrú se fue a la guerra, qué dolor, qué dolor, qué pena; Mambrú se fue a la guerra, no sé cuándo vendrá; do, re, mi, do, re, fa, no sé cuándo vendrá”.

@tlopezmelendez


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