Teódulo López Meléndez
Las noticias de la noche son simples boletines de guerra, de una de la cual
conocemos todos los detalles cuando llega la noche.
Las noticias ahora las vemos en los canales internacionales, con el viejo hábito
de no acostarse sin haber visto las noticias, sólo que ahora la noticia es
instantánea, un paso fugaz.
Las noticias están teñidas de adjetivos en evidente esfuerzo de propaganda.
Suelo bromear con mis amigos periodistas diciéndoles “todo es mentira hasta que
se demuestre lo contrario”.
Digamos, por ejemplo, del grave malestar en las universidades
norteamericanas, uno que inevitablemente lleva al observador a recordar la guerra
de Vietnam. La situación es la de pronunciamientos que llevan a los financistas
a cortar ayudas económicas alegando que no condenaron debidamente a una de las
partes, a la aparición de críticas duras a Israel y a la respuesta que advierte
de atentados contra la libertad académica.
El hábito de leer las noticias al levantarse está apagando el hábito de ver
en la pantalla las noticias antes de acostarse. Cuando se oye Bruselas uno se
apresta a oír de dinero y las repeticiones sobre discrepancias, aunque se cuele
–bienvenido sea- un reclamo por permitir corredores humanitarios a Gaza.
Zelenski ha sido suplantado por Netanyahu en la mañana y en la noche. El
dinero a invertir en guerra parece desviado y Ucrania tiembla ante un eventual
cansancio. Miles de millones de dólares resuenan sobre lo incierto. Lo que no
se suplanta –imposible sería- es que los noticieros son simples boletines de
guerra.
Hay que pescar entre las noticias y uno encuentra elementos significativos.
António Guterres recuerda las adversidades del pueblo palestino y la reacción
se lanza a pedir su renuncia y a proferir insultos contra la ONU, mientras la
UNESCO ruega no se bombardeen sus escuelas y se recuerda el ya alto número de funcionarios
humanitarios que han muerto.
El mundo está incierto. Se rasgan vestiduras para clamar se trate de
impedir los conflictos se extiendan. En el lenguaje de la Unión Europea vuelve
a asomarse, tímido, el tema de dos Estados. Ejercer el periodismo es una tarea
titánica. El número de periodistas muertos es muy alto. El incierto cobra
vidas.
Incierto este mundo. Este mundo es el incierto.
@tlopezmelendez
Dudas e incertidumbre dominan el escenario mundial. En el cual nuestro país forma parte de esa incertidumbre.
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