Reflexibilidad vs Objetividad

 


 Teódulo López Meléndez

No se trata de recurrir a la especulación o distraerse con las insólitas proyecciones de la ciencia-ficción. Es necesario recurrir a la profundización socio-política y estudiar la reversión de las tendencias asomadas por algunos “proyectistas del futuro” de megacorporaciones dominando al mundo, de una crisis ecológica irreversible, de una pérdida de la libertad en una sociedad molecular o de una pobreza incontrolable.

Como alguien ha observado no sólo hay divisiones étnicas, nacionales o ideológicas, sino de posición en el tiempo. Sólo una muy pequeña parte de la población mundial está ya viviendo en el futuro, son el asomo de una nación global. Millones de hombres viven en el pasado, sin que sobre ellos se lance un requerimiento de preparación para el futuro. Muchos de ellos están organizados en sociedades que viven de antiguos paradigmas y de normas obsoletas. En el campo de la organización política se aferran a principios que sólo pueden ser dados como obvios, mientras una clase dirigente periclitada sigue utilizándolos para mantener en el único sitio que pueden vivir: en el ayer. A la sociedad venezolana hay que sacarla del pasado.

Se trata de unas de aplicación intensiva del saber. La complejidad del mundo que emerge implica la tarea esencial de preparación de lo humano. Hoy los conceptos han sufrido serias modificaciones, como por ejemplo la desaparición de la sociedad de la información para pasar a una sociedad horizontal de comunicación

Por ello, el conocimiento se alza como el factor determinante de movilización de los procesos. Esto es, la construcción del conocimiento se inserta en la concepción misma del desarrollo, lo que conlleva a la redefinición de visión, paradigmas, capacidades técnicas, metodológicas y financieras. Para ello se debe recurrir a la lógica y al pensamiento lateral, a la concepción espacial y a un incremento de la inteligencia intrapersonal relacional.

Es evidente que el nuevo paradigma es la reflexividad como opuesto al viejo paradigma de la objetividad, a la complejidad como sustituta de la simplificación, de los simples diagnósticos a toda posibilidad de creación en todos los sentidos posibles. Para ello es necesario hacer sensible la conciencia a lo latente y profundo.

@tlopezmelendez

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