Teódulo López Meléndez
Frente a la crisis de la democracia han surgido infinidad de
movimientos sociales de base. Se trata, entre otros aspectos, de un ensayo
general de alternativas a la relación jerárquica. La solución, parecen decir,
no dependerá más de la promesa de los políticos, sino que debe ser aquí y
ahora.
El asunto de fondo es determinar cómo esta nueva forma de organización
podrá servir a los tejidos democráticos. Debemos constatar que estos
movimientos son minoritarios por esencia y son tan poco atractivos como los
partidos tradicionales. Los teóricos comienzan a llamar “tribus” a estas formas
que la muerte de los partidos ha ocasionado, porque pareciera que quienes se
asocian quieren, en el fondo, redimirse de la individualidad, pero plantean un
caso de reingeniería social que pasaría, necesariamente, por redefinir lo
político de una manera muy distinta de cómo la modernidad la entendió, esto es,
organización jerárquica (partidos, sindicatos, etc).
En la práctica se ven pocos esfuerzos por un replanteo de las
condiciones básicas de la nueva posible convivencia social. Los partidos siguen
funcionando, si es que funcionan, como si aquí no hubiese pasado nada. En
Fedecámaras se puede encontrar un tibio intento de replantear la función
gremial empresarial. El movimiento sindical carece de cualquier asomo
innovador. Entretanto algunas de las nuevas formas de organización se desgastan
en tareas de ingeniería política mal concebidas, comportándose como
microorganismos a la deriva, aunque dejen en evidencia a “instituciones
tradicionales” de la “sociedad civil” incapaces ya de cumplir el rol de
intermediación que alguna vez ejercieron. El brote de asunción de destinos
propios tiene la ventaja de la desaparición de la dependencia de la “promesa”,
lo que hay que reconocerles.
Una contabilidad a la ligera nos muestra en Venezuela varias docenas de
estas organizaciones emergentes, todas incapaces de comunicarse con sus
similares para juntas reencontrar lo social. Hay que recordarles la necesidad
de los pactos sociales con nuevas grafías, pues la sociedad industrial es
asunto del pasado y con ella sus formas políticas, contra las cuales insurgen. Algo
a superar es la contradictio in termines o el velorio será largo.
@tlopezmelendez
Gracias amigo @ Teòdulo Lòpez Meléndez. Las tribus se multiplicaràn y se esparceràn sobre la tierra ya que precisadas estàn en el Apocalipsis 13: 7 asì como con la persecuciòn continuada de los cristianos; e igualmente como las sucesiones, los fractales, las geometrìas, etc. los mecanismos de engaño y generaciòn de falsas promesas y mentiras, regeneraciones politicantes y electoraleras - que apoyen o sean – a los falsos nuevos sistemas continuaràn a dar revoluciones en la noria de las ideologìas que las seducen y apresan.
ResponderEliminarFuera del Reino del milenio quedaràn, entre otros “idólatras, y todo aquel que ama y hace mentira”. Asì son verdad y realidad para los seguidores de Jesùs “la estrella resplandeciente de la mañana.” (Ap. 22: 14, 15)
Todo escrito està. DTB, un abrazo. Blanca Briceno cofundadora de AiresVen.