Teódulo López Meléndez
Debo recurrir a los números romanos dado que ya en septiembre del año
pasado escribí un artículo con este mismo título. Son las paradojas, hay que
recurrir a la letanía para hablar de letanía.
Es que el mundo parece una letanía. Veamos: Estados Unidos, y con él la frágil Europa, amenazan a Rusia con
“severas sanciones” si invade a Ucrania, pero nadie está dispuesto a ir a la
guerra por Ucrania, lo cual hace preguntar para que se quiere a ese país en la
OTAN si la OTAN existe precisamente para eso, para ir todos a la guerra si un
país miembro es atacado.
Es quizás la inclusión de la palabra “letanía” en el lenguaje común, sacada
de su origen religioso, lo que permite las ¨letanías¨. Comenzamos a hablar de
letanías el año pasado por la política nacional -valga la pequeña referencia en
lo internacional de este- pero es que desde allí se han vuelto a soltar las
letanías en esta tierra de gracia. La “patria” ha servido para la letanía, para
los sabihondos desconocedores que se sienten al lado de John Kennedy en la
crisis de los misiles.
Aunque hay otra letanía, la del revocatorio, pero los profundos “dirigentes”
sostienen que el de 2022 debe ser con reglas, ya que el anterior no las tenía.
Y he aquí donde a uno le entran serias dudas, si borrar el título y emigrar
hacia galimatías.
Son constantes los actores locales. No aceptan nada de fechas, como eso de
nuevo año o de renovación, no, en 2022 repiten la misma letanía, y uno escucha
¨en la calle¨, mientras espera se retomen las negociaciones en México con
sentido de país que implique uso de nuestros recursos en salud y educación.
Pero ya escribí un artículo titulado ¨Mientras¨, aunque los números romanos
pueden indicar lo útil de su uso persistente.
Mientras, uno vuelve a recordar la necesaria liberación de presos
políticos, bajo la observación de su conveniencia para todos.
Entre letanía y mientras transcurre una vida nacional suscrita a un
grabador que repite incesante letanía y mientras.
La numeración romana fue sustituida por el sistema arábigo. Ahora usamos
los romanos sólo para siglos, reyes, papas y olimpíadas. Puede que la clave
esté entonces en recordarle a los actores de nuestra declinada política que
este es el siglo 21, a ver si dejan la letanía. Christe, áudi nos.
@tlopezmelendez
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