Teódulo López Meléndez
Frente a las elecciones hay
que erradicar la pasividad. No se puede andar con lamentos sino imponiendo
mediante una decisión de elegir al mejor con chance de ganar. Frente al abuso
de algunos no podemos convertirnos en consumidores pasivos, sino dejando de
comprar a quien abusa calculando el valor del dólar como le da la gana e
imponiendo precios abusivos.
La pasividad es una renuncia a
la propia vida, puesto que recibe la acción del agente sin involucrarse en lo
que es una etapa de ella. La pasividad es una renuncia a la voluntad, un
abandono del compromiso.
Es lo que los filósofos han
denominado capas situadas por debajo de la actividad yoica.
Quizás fue Edmund Husserl (Problemas
fundamentales de la fenomenología) el primero en abordar el tema de la
pasividad al afirmar su abandono del platonismo estático y afirmar que “la conciencia se origina a partir de la
conciencia”, o que se asume el devenir genético en la pasividad, esto es,
hablando de pueblos, se hacen pasivos por dependencia del acontecer pasado.
Ya Kant había hablado de
“imaginación productiva” una que establece las reglas partiendo de la
espontaneidad.
El país parece en una etapa de
necesidad sólo manifestando pesar, sin darse cuenta de su poder, en los casos
que mencionamos, eligiendo por encima de las imposiciones o administrando su ya
escasísimo poder de compra como freno a los abusos.
John McDowell, en Mind and
World, señala la ausencia de control crítico, no controla que es lo que percibe
porque no controla sus capacidades conceptuales para ser ejercidas en un
determinado evento perceptual.
Franz Brentano nos recuerda que
se puede tener la voluntad, pero ella es pasiva pues es sólo potencia que
requiere ser puesta en acto.
Muchas veces de este tiempo
este país ha abandonado la pasividad, enfrentando la violencia en luchas mal
dirigidas, arrogantes y hasta
esquizofrénicas, lo que lo ha devuelto a ella.
El país vuelve a estar pasivo,
ahora cuando es la escogencia pacífica del voto lo que lo hace vacilar. Ahora
es pasivo frente a la especulación cuando basta el acto pacífico de seleccionar
la compra. El país debe devolverse su poder.
Hay que urgir al país a dejar la pasividad frente al hecho
electoral y frente a los desbocados que esquilman.
@tlopezmelendez
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