Teódulo López Meléndez
El hilo contra el estancamiento y
contra la resignación podría considerarse largo. Sin embargo quedémonos en dos
maestros.
Simón Rodriguez en su libro Sociedades Americanas, acuño "Inventamos o erramos" para referirse
al paso de la colonia hacia la república. Cuánto erramos y cuánto inventamos pesa aún sobre este
subcontinente.
Miguel de Unamuno dijo “el progreso consiste en renovarse”,
frase de la que la iniciativa popular construyó el refrán “renovarse o morir”.
El estancamiento, la desidia, el
acostumbramiento de algunos políticos a sí mismos, rompe hacia la
desesperación, hacia la falta de oxígeno, a la patética situación de una
especie de alzhéimer político en los pueblos que se sienten sin salidas, sin reconocer
su propio nombre.
Hay que reconstruir un hilo de
renovación, de admisión de errores para poder rectificar, un hilo que seguir
para poder salir de los laberintos y de las intrincadas construcciones de la
torpeza.
Es la gente el hilo conductor, la
que parece engurruñada en las discusiones insulsas y repetidas porque no se le
pone delante la visión guía. Quienes persisten en el fracaso son obstáculos
removibles.
El país debe aprender y ello pasa
por exigir respeto, desde afuera pero también desde adentro, por la exigencia
de cambios en la conducción desconectada, por el radical planteamiento de que
se gire, se parta, se exija y se construya desde y sobre él.
Lo que importa es lo que somos,
una nación sobre un territorio, no los
presupuestos de sobrevivencia política de los repetidores de lo muerto. La
expresión “patada histórica” tiene en Venezuela una específica referencia, pero
es permisible utilizarla para reiterar que cuando un liderazgo no sirve bien
merece una, y que el país tiene derecho a nuevas visiones.
Lo de encerrarse en la práctica
fracasada, en la falta de imaginación y de talento, va contra las prédicas de
Rodríguez y de Unamuno, conduce a los conformistas a la muerte política.
Hay que renovar, actualizarse,
aprender desde otro posicionamiento de la mirada. Esto es lo que conduce a la
vida política.
El hilo de Ariadna es comúnmente
referido como cita para salir de los
laberintos, pero dejemos la mitología, pues aquí lo que se requiere es abandonarla
por un hilo de renovación nuestra.
@tlopezmelendez
Excelente muy didáctico...///
ResponderEliminarGracias maestro. Se necesita ademàs comprensiòn profunda, esperanza en Dios y tener presente Hybris y còmo se resolvìa desde el olimpo la situaciòn.
ResponderEliminarHubo uno que dijo "... porque yo soy manso y humilde de corazòn" y de otro del que se dijo "el hombre màs humilde sobre la tierra" y es nada màs ni nada menos que MOisés.
Razòn y "buon senso" ademàs de sentido comùn contra toda arrogacia, prepotencia, "illimitatezza".
Un abrazo y Dios te bendiga
Blanca Briceno Cofundadora de Airesven (Apoyo Internacionala la Resistencia Venezolana)
Desde Turìn, Italia