Bibliografía del No




Teódulo López Meléndez

Por qué los grupos sociales se comportan como se comportan es la pregunta fundamental de la teoría de la acción colectiva. No se trata de preguntarse de lo que no-ocurre sino de lo que ocurre, a propósito de lo que en Venezuela le repiten a uno en cada esquina: “esto no se aguanta, no sabemos porque no estalla”.

En verdad, la sociología de la acción colectiva se ha paseado extensamente sobre la problemática de por qué los individuos deciden actuar colectivamente, como hacen para coordinarse, cuáles deben ser las condiciones del entorno y cuales las consecuencias.

Podemos ir desde el enfoque “materialista culturista” sobre movilización u oportunidad (Tilly o Kriesi), hasta “la sociedad programada” (Touraine, o Melucci), desde “la teoría de la acción racional o Teoría de Juegos “(Olson o Coleman) hasta el “pragmatismo, Chat, feminismo, teoría homosexual, enfoques cultural-estratégicos o emocionales”( Jasper o Polletta) denominándolas de “movilización de recursos” o de “los agravios repentinamente impuestos” (Ed Walsh) o de reducciones a “estructuras de oportunidad, de movilización y marcos de alienación” (Zald) o las batallas entre quienes negaban al proceso político como un paradigma o quienes afirmaban era un paradigma cabal, a Jeff Goodwin observando el papel de las oportunidades políticas en el surgimiento de movimientos culturales, políticos y revolucionarios

Como puede apreciarse, dar una respuesta a la pregunta básica es un tema de alta complejidad. Jasper pide dejar de ver a la sociedad como matriz del comportamiento colectivo, para pasar a considerar la sociedad como un lugar de combinación y conflicto entre acción estratégica e identidad. Esto es, la acción deja de residir en un actor colectivo procurando dirigir la “historicidad” sino, más bien,  en los esfuerzos de la gente común (el “sujeto” de Touraine) o la tesis de Mancur Olson (“La lógica de la acción colectiva”) donde se pregunta si los actores participan sólo si ganan personalmente algo que no obtendrían por no participar. O la tesis de la “pragmática racional” (Mustafá Emirtbayer) que rechaza que las entidades interactuantes permanezcan estables a través de las interacciones.

Un rompecabezas teórico para las agitadas preguntas.



Artículo en el diario El Universal (Miércoles 2 de octubre 2019)

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