Teódulo López
Meléndez
El primer programa en materia ambiental es el de la
concientización, uno que excede a los parámetros donde se le ha pretendido
restringir para llegar hasta el uso del agua y de su ahorro, de la conciencia
de los químicos contaminantes, del uso del transporte masivo en sustitución del
auto privado, hasta el aprendizaje en la clasificación de desperdicios y del
reciclaje.
Las agresiones contra el medio ambiente, la conservación de
los espacios naturales y todos los elementos vinculados a este tema ya no son
desconocidos por la generalidad de los ciudadanos. Ha faltado la conciencia de
que la cuestión ecológica puede convertirse en una centralidad estratégica de
fuerzas de emancipación social. La denuncia ecológica ha mostrado, por ejemplo,
la ruptura de una concepción lineal de la historia, del mito del progreso en
ascenso indetenible y de la concepción del hombre como un individuo abstracto.
Una política ecologista debe concebirse en un marco
económico y en una concepción de la diversidad biológica inseparable de la
diversidad humana. Es menester ubicar esta lucha en la concepción que se tiene
del país y en la organización socio-política-cultural que se pretende para él.
Concepciones como una economía que favorezca los empleos “verdes” y una apuesta
decidida por las energías renovables son indispensables, por lo que hay que
abordar el tema de la contaminación de nuestras ciudades y de una política
destinada a su humanización.
Debe incluir también la contaminación tanto en el agua como
en el suelo como en el aire, la pérdida de capa fértil, la extinción de
especies, la deforestación, la desertización, y las específicamente
relacionadas con la salud humana, como olores, enfermedades crónicas,
incapacidad laboral, y por supuesto las relacionadas con el mundo animal.
Hay que incorporar las medidas de conservación ambiental al
concepto de desarrollo sustentable, es decir, uno centrado sobre el hombre y no
meramente sobre el crecimiento económico, uno sobre la erradicación de la
pobreza y la obtención de la satisfacción de las necesidades básicas. Nos
encontramos de nuevo con la educación, no sólo mediante concientización, sino
también con el fortalecimiento de la investigación científica y tecnológica.
Artículo en el diario
El Universal (Miércoles 4 de septiembre 2019)
Comentarios
Publicar un comentario