De la reconstrucción





Teódulo López Meléndez

Será necesario enfrentar serios problemas de gobernabilidad provenientes de la estructura misma del Estado y de una frondosa reglamentación heredada. Es decir, en el mismo primer año será necesario plantearse una reforma constitucional, sobre lo cual hay algunas ideas. La primera es establecer la elección del vicepresidente con la del presidente: no podemos seguir en esta variación continua y caprichosa de nombres. Luego, hay que restituir la cámara del Senado. De joven me inclinaba por el parlamento unicameral, pero la experiencia me indica que es necesario un equilibrio que serviría, además, de refuerzo invalorable a la descentralización. Todo lo que ayude a este principio debe ser promovido.

Otra cosa que es cierta es que la división político-territorial de la república no responde a ningún criterio de desarrollo y menos a hechos históricos relevantes. Antes de entrar en un conflicto con los estados prefiero instituir mecanismos compensatorios, tales como la creación de cinco Consejos Regionales de Desarrollo (Centro, Oriente, Andes, Llanos, Centrooccidente y posiblemente un sexto específico para el Zulia) integrado por los gobernadores y alcaldes. Es cierto que tuvimos las Corporaciones Regionales de Desarrollo, en mala hora eliminadas.

Igualmente creo necesario eliminar los Consejos Legislativos Estadales y su sustitución por una Asamblea de Alcaldes que cumpliría las funciones hoy atribuidas a esos entes, tales como la aprobación del presupuesto, el control político, la aprobación de leyes locales y todas aquellas que las constituciones regionales establecen. Nadie mejor que los alcaldes para pelear por una distribución presupuestaria equitativa que haría bajar el poder al ente local. Esas reformas tienen que incluirse en el texto constitucional, aparte de que deberá procederse de inmediato a liberar los poderes secuestrados y con cuya permanencia será muy difícil el ejercicio del gobierno.

Lo importante es atenazar la posibilidad de gobernar real y efectivamente y para ello hay que tener claro que nos enfrentaremos a la situación más conflictiva y difícil imaginable. Hay que abordar los grandes temas de la reconstrucción. La mejor manera de superar el presente es imaginándolo desde el futuro.


Artículo en el diario El Universal (Miércoles 7 de agosto 2019).

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