Inteligencia colectiva




Teódulo López Meléndez

La sociedad venezolana de hoy es como un corpus callosum sobre el cual debe aplicarse una buena dosis de comprensión. La idea de una inteligencia colectiva es uno de los temas predominantes en la investigación no ficticia de nuestro mundo.

La idea es que los sesgos cognitivos individuales pueden ser llevados al pensamiento de grupo para alcanzar un rendimiento intelectual mejorado. Es lo que se ha dado en llamar la inteligencia colectiva. Podríamos también explicar argumentando que se puede llevar a las comunidades humanas hacia un orden de complejidad mayor, lo que, obviamente, conllevaría a otro tipo de comportamiento sobre la realidad.

La inteligencia colectiva está en todas partes, está repartida. Debe ser valorada y coordinada para llevarnos hacia la construcción de las bases de una sociedad del conocimiento, lo que implica, de entrada, el enriquecimiento mutuo de las personas. Si la inteligencia está repartida, como realmente lo está, se modifican los conceptos de élite y de poder, y se rompen los paradigmas del liderazgo, más aún, los de la soberbia, pues reconocerlo implica desde ya una manifestación de humildad.

Ahora esa inteligencia repartida debe ser sometida a una acción para que comencemos a conseguir la inteligencia colectiva. Teilhard de Chardin  habló de noosfera (conjunción de los seres inteligentes con el medio en que viven) y lo extendió más allá al vislumbrar lo que los pensadores de hoy llamarían el cerebro global.

Pues bien, la clave está, quizás, en crear numerosas y pequeñas noosferas. Ello pasa por ver con menos individualismo y en un contexto ético de alteridad. Hay, sin embargo, una razón más práctica que escapa a lo teórico-moral para insertarse en la brutal realidad real: hacia adonde va el mundo o se sabe o se perece, o se coopera o se fracasa, o se respeta o se es condenado.

La web inteligente que aparecerá en cualquier momento podrá, por ejemplo, organizar la información que le interesa exclusivamente a una comunidad. Los problemas de una comunidad específica seguramente son los de muchas lo que conllevará a un contexto compartido. El primer paso es la aceptación de que estamos en la era del conocimiento y que en consecuencia debemos actuar dentro de ese marco.
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Artículo en el diario El Universal (Miércoles 1 de mayo 2019)

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