Hacia lo no condicionado

Teódulo López Meléndez El hombre injertado en este mundo se procuró una falsa unidad, la traducción al esquema racional de lo que llamó la realidad. Esta falsa unidad condujo a la crisis del logos filosófico. El principal de los sentidos injertados ha sido el conformismo, la convicción de que el mundo como es le ofrece una dicha mediana que se contradice con la iluminación. El mundo insufla ese sentido con el consumismo y la tecnología ofrece “realizaciones” artificiales bajo la premisa de que están allí al alcance de la mano de los triunfadores. De esta manera, el sentido injertado ofrece cada vez más dicha, una abundante que compensa al sujeto consumista de una existencia desglorificada. Las viejas ideologías totalizantes se derrumbaron. Las premisas de un espíritu religioso dominando el siglo XXI resultaron falsas. En el plano político el hombre espera respuestas totales sin darse cuenta que ellas no existen, o son tan simples que no logran verlas. La prime...