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Mostrando entradas de octubre, 2024

La identidad como unidad y diversidad

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    Teódulo López Meléndez Se ha venido considerando como “identidad” la pertenencia a un país, a una ciudad o a un pueblo, a una lengua, una etnia, una religión, en definitiva, a aquello en que nos reconocemos como miembros. Se pertenece a un grupo o a un sistema de valores. La desterritorialización que empuja el proceso global va dejando esta idea atrás. Estamos, entonces, en una transterritorialidad donde se hibridizan los productos culturales y donde nos manejamos en varios círculos de identidad, la que así se hace pluralista, pues deberemos apostar al intercambio y no al cierre en la nostalgia. La identidad pasa a ser una noción que se forma en varios frentes simultáneos, lo que algunos han llamado las “lealtades múltiples”. Esto no es homogenizarse como “ciudadano del mundo”. Se pasa a ser ciudadano del mundo, pero también ciudadano de otros planos de intereses localizados. El desarrollo de la propia identidad es simplemente complementario a la apertura global....

Las fábricas de incertidumbre

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  Teódulo López Meléndez   En la política conseguimos uno de los factores claves de la incertidumbre del hombre posmoderno. La política de la modernidad se agotó y con ella la forma claramente preferida, esto es, la democracia, dejando el vacío presente. El poder, por su parte, se ha hecho vacuo, es decir, inútil, arrastrando consigo a las luchas por obtenerlo, como es lógico en todo proceso de degradación. Ya el hombre no mira a las formas políticas de organización social como paradigma emergente que siembre la posibilidad de un objetivo a alcanzar. El hombre de este cuarto de siglo del nuevo milenio ha vivido de espasmos o de convulsiones sin conseguir un nuevo envoltorio protector. La destrucción de los viejos hábitats cuidadores de envoltorio contribuye a la incertidumbre, tanto la ausencia de protector envolvente como la ausencia de desafíos emocionantes. Ya he dicho de la ruptura del tiempo-espacio y de la desaparición de la distancia como elementos inmovilizad...

Dejar de vivir en el pasado

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      Teódulo López Meléndez En este mundo no sólo hay divisiones étnicas, nacionales o ideológicas, sino de posición en el tiempo. Sólo una muy pequeña parte de la población mundial está ya viviendo en el futuro. Millones de hombres viven en el pasado, sin que sobre ellos se lance un requerimiento de preparación para el futuro. Muchos de ellos están organizados en sociedades que viven de antiguos paradigmas y de normas obsoletas. En el campo de la organización política se aferran a principios que sólo pueden ser dados como obvios, mientras una clase dirigente periclitada sigue utilizándolos para mantener en el único sitio que pueden vivir: en el ayer. El único objetivo posible de las instituciones políticas es el logro de la mayor dosis de felicidad posible para los ciudadanos. En la tranquila mediocridad de las pequeñas almas no cabe la apertura hacia nuevas formas de organización social y de formas políticas. En el campo de la evolución sociopolítica son como tri...

La inteligencia en el lugar político

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    Teódulo López Meléndez Steven Johnson nos plantea en Sistemas emergentes o qué tienen en común hormigas, neuronas, ciudades y software el proceso que siguen las células del moho de fango que se organizan desde abajo, como una metáfora que niega la ausencia de líderes como causa de la inacción o la pasividad. Es el clásico ejemplo de una conducta ascendente o “bottom-up”. Ya no existe un pensamiento centralizado sino una conjunción que destierra el descenso de una línea para ser sustituido por una generación de inteligencia que sube. La idea que los abarca a todos es que los sesgos cognitivos individuales pueden ser llevados al pensamiento de grupo para alcanzar un rendimiento intelectual mejorado. Es lo que se ha dado en llamar la inteligencia colectiva. Podríamos también explicar argumentando que se puede llevar a las comunidades humanas hacia un orden de complejidad mayor, lo que, obviamente, conllevaría a otro tipo de comportamiento sobre la realidad. La i...

Inducciones de solidaridad

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  Teódulo López Meléndez El concepto de sociedad llegó tarde al mundo occidental. “Sociedad” es un producto de la edad de la razón, de la necesidad de un fundamento laico para el análisis de las instituciones políticas, de manera que algunos pensadores se plantearon la necesidad de separar sociedad y Estado. En este proceso andan entremezclados ilustres nombres, como el de Locke, que comenzaron a distinguir entre la ley de la naturaleza y ese contrato social que había dado origen al Estado y, por supuesto, por allí se coló también la necesidad de separación entre Iglesia y Estado. Pronto comenzaron a aparecer dudas de este concepto de sociedad. En el período posterior a la revolución francesa la sociedad pasó a ser considerada como un todo orgánico. Es lo que en la historia de las ideas se llama la “concepción organicista”. Otro ilustre, Augusto Comte, fue el que la definió al asegurar que una sociedad presume un sistema de opiniones comunes sobre la naturaleza y el hombre. ...