La identidad como unidad y diversidad

Teódulo López Meléndez Se ha venido considerando como “identidad” la pertenencia a un país, a una ciudad o a un pueblo, a una lengua, una etnia, una religión, en definitiva, a aquello en que nos reconocemos como miembros. Se pertenece a un grupo o a un sistema de valores. La desterritorialización que empuja el proceso global va dejando esta idea atrás. Estamos, entonces, en una transterritorialidad donde se hibridizan los productos culturales y donde nos manejamos en varios círculos de identidad, la que así se hace pluralista, pues deberemos apostar al intercambio y no al cierre en la nostalgia. La identidad pasa a ser una noción que se forma en varios frentes simultáneos, lo que algunos han llamado las “lealtades múltiples”. Esto no es homogenizarse como “ciudadano del mundo”. Se pasa a ser ciudadano del mundo, pero también ciudadano de otros planos de intereses localizados. El desarrollo de la propia identidad es simplemente complementario a la apertura global....