Fernando Mires Por Fernando Mires Primero, en la Grecia más antigua, vinieron los a-divinos, gente tocada por la divinidad y la a-divinanza. Fueron desplazados después por los profetas, cuyas patéticas proclamas estaban dirigidas a pueblos y naciones. Muchos siglos más tarde, en la “vieja Europa”, aparecieron los trovadores y los bufones. Los primeros narraban lo que sucedía de lugar en lugar (no había periódicos) y los segundos decían la verdad algo en broma; lo justo para que ella pudiera ser asimilada en toda su indecible crueldad por quienes no querían escucharla. Hoy, todos esos personajes han sido desplazados por los intelectuales, sean estos los “mandarines”, los “maestros pensadores”, o simplemente, los duendes de la palabra escrita. En todo eso pensaba cuando leía el libro de Teódulo López Meléndez “Lecturas del Nuevo Milenio” ( http://es.scribd.com/doc/88184400/Tomo-III-Obras-Selectas-Ensay...