La era de los mitos




Teódulo López Meléndez

El progreso fue presentado como el logro, lo tangible que habría de cobijarnos. Quizás debimos estar atentos a que sería de inteligencia artificial. El hambre campea, los poderosos evaden el tema del calentamiento global, millones de refugiados tratan de encontrar cobijo.

Como nunca se habla y se defienden los Derechos Humanos, mientras a más seres se les violan. Se declara sobre ellos y se le adjuntan denuncias y documentos, pero allí siguen los tormentos.

El siglo XXI se aprestaba a las grandes uniones continentales, pero ahora tenemos nuevos brotes de nacionalismo, de racismo y xenofobia. La política se aleja de todo sentido ético para convertirse en esfuerzos por perpetrarse en el poder. El Estado encarnando a una nación hace retumbar los gritos de “patria”.

No entremos a discutir si este redondo 2020 marca el inicio de una nueva década, baste recordar que estamos saliendo simplemente de la vuelta de un astro sobre otro para recomenzar.

Los pronósticos sobre los caminos no son optimistas. En el siglo XX se “resolvió” con dos conflagraciones mortales. A estas alturas del 2020 la interrogante es cómo se enfrentará la caída de los mensajes pletóricos, aunque recordemos que las guerras globales han sido sustituidas por las locales, con una organización mundial que se estableció para prever la guerra entre Estados, siendo hoy al interior de los Estados.

Han cambiado muchas cosas en el enfoque de lo cotidiano, como, por ejemplo, el trabajo. Uno observa el comportamiento de los jóvenes (millenial, zeta y algún otro nombre dado por la sociología) y encuentra cansancio, hasta tal punto que quizás sea una combinación de aburrimiento y cansancio lo que hace al hombre de hoy. Sin excluir exigencias de otro tipo, estos elementos están presentes en muchas de las rabias sociales que han estallado en 2019 por el mundo, incluida América Latina. Sumemos la percepción de injusticia.

El líder populista, frente a lo evidente, ha sido la única respuesta que la política nos ha suministrado. La literatura tiende a hacerse guion cinematográfico y la filosofía nos describe el hartazgo. Las preguntas sobre el devenir del Ser son cosas del pasado.

Son ciclos, puede argumentarse. No lo discutimos, sólo dejamos constancia de estar en uno.

@tlopezmelendez

Artículo en el diario El Universal (Miércoles 8 de enero 2020)

Comentarios