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Mostrando entradas de noviembre, 2008

Italo Calvino: El Neorrealismo italiano y las trampas del populismo

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por Teódulo López Meléndez Italo Calvino nació en Santiago de las Vegas, un pequeño pueblo vecino a La Habana, en 1923. Hijo de emigrantes italianos vivió, no obstante, toda su vida en Italia, con corto intervalos en el exterior. Es en 1947 cuando irrumpe en la literatura con su primera novela, Il sentiero dei nidi di ragno. Aquellos son los años del neorrealismo, el movimiento literario, o más bien el estado de ánimo, que envuelve a la península en la posguerra. La disensión se origina en los años mismos de la resistencia. Entre quienes pretenden simplemente una restauración considerando que el fascismo es una enfermedad del Estado liberal y quienes quieren profundizar los cambios sociales, no falta la controversia. En Europa oriental se instalan regímenes comunistas y los italianos descubren toda una literatura y una serie importante de autores que le han estado vetados por el fascismo. La pregunta obligada de los escritores es qué hacer. La literatura anterior a la guerra les parece...

Treinta poemas de Eugenio Montale

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Selección y traducción de Teódulo López Meléndez Los Limones (I Limoni); Corno Inglés (Corno Inglese); S. T; Moradas (Stanze); Noticias desde El Amiata(Notizie dell'Amiata); Dora Markus (Dora Markus); S. T.; La Borrasca (La Bufera); Malecón (Lungomare); El Arca(l'Arca); Luz de Invierno (Luce d'Inverno); La Historia (La Storia); Xenia (Xenia); El Arte Pobre (L'ArtePovera); A. C.; La Forma del Mundo (La Forma del Mondo); Para Terminar (Per Finire); El Vacío (Il Vuoto); S. T.; S. T.; S. T.; Duermevela (Dormiveglia); Exabrupto (Ex Abrupto); Mañanica (Mattinata); En elJardín (Nel Giardino); Recuerdo (Ricordo); S. T.; S. T.; S. T.. De Huesos de sepia (1920-1927) Los limones Escúchame, los poetas laureados se mueven solamente entre las plantas de nombres poco usados: bojes ligustres o acantos. Yo, para mí, amo los caminos que van a parar a los herbosos fosos donde en charcos medio secos los muchachos agarran cualquier flaca angu...

ADOLFO BIOY CASARES: UN CONTRATO DE INMORTALIDAD

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por Teódulo López Meléndez La casa de Adolfo Bioy casares estuvo siempre llena de espejos. Esos objetos que reflejan y que el gran amigo de Bioy, Jorge Luis Borges, detestaba, tienen importancia en la vida literaria del escritor argentino. En efecto, en el cuarto de vestir de la madre había uno trifásico lo que convertía el lugar en una perspectiva infinita. En 1996 Bioy Casares reveló el secreto: mirando aquel espejo obtuvo la certeza de que existía algo que no existía. De allí busco reproducirlo en la literatura. La lista es larga y, seguramente, incompleta. Hay que comenzar por La invención de Morel, pues no todo escritor tiene en la primera obra (así considera el autor esta novela) su salto a la inmortalidad. Bioy aseguraba que a partir de ella comenzó a escribir bien. Borges y él siempre intercambiaron temas, pero dejaron de entregarse textos para la lectura cuando Bioy vio el rostro de desagrado de Borges al leer el primer capítulo de La invención... De novelista a cuentista fue ...