A la mejor contradicción




Teódulo López Meléndez

Se está haciendo popular la supuesta interrogante que el líder mongol Kublai Kan lanzó a Marco Polo (a su  servicio durante 17 años): “¿Ud. es un hombre serio o siempre dice la verdad?” No creo tenga relación con el presidente Xi, apretando las tuercas sobre Hong Kong. Kublai acababa de proclamarse emperador de China, pero tenía serias dudas sobre la lealtad de los herederos de la dinastía Song, mientras Xi ve a un Trump dispuesto a la confrontación y se apresta a un imperio donde deberá fabricarse su propio viajero veneciano.

El futuro está por escribirse lo que cambiará el pasado. A este debemos mirarlo como una transición, como un período juzgado desde un presente en cambio que de otra manera será mirado. Uno recuerda a Hegel, con aquello de “la historia del mundo no es un suelo en el que florezca la felicidad. Los tiempos felices son en ella páginas en blanco”.

Antes se escribían notas reflexivas en las páginas de  libros impresos y muchos en papelitos que se pegaban alrededor de las viejas máquinas de escribir. Hoy se abre un archivo en la laptop y lo que aflora son contradicciones. No hay nada más parecido a Venezuela que este tipo de registro. Se pierde la noción del tiempo y uno ve (¿efectos secundarios de la cuarentena?) imágenes no ensamblables.

Se asiste a cosas como el retorno de los mantras, considerados -insisto- desde el punto de vista de la psicología, esto es, figuras retóricas para procurar la repetición neurótica del sujeto y reforzar un pensamiento circular. Y uno entonces capta el texto para cumplir con el artículo de opinión, pues todo es contradicción, aunque por allá la voz de Harold MacMillan resuene con su “hechos, mi querido muchacho, hechos”.

Hechos accidentales de la historia que la propia historia aparta bruscamente de su camino. Lo que se denomina transición por momentos se hace sólo paréntesis. Aquí me encuentro haber mencionado en Tuiter a Thomas Carlyle: “Si algo no se hace, ese algo se hará por sí solo algún día, y de una manera que no agradará a nadie”.

Es ocioso de mi parte centrarme en contradicciones en el territorio suyo, pero el escritor norteamericano Theodore Sturgeon, en lo que se conoce como la Ley de Sturgeon, dejó dicho: “Nada es siempre absolutamente así”.

@tlopezmelendez

Artículo en el diario El Universal (Miércoles 3 de junio 2020)

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